La vida cotidiana se traduce en situaciones habituales, como las laborales, por ejemplo, y estas generan patrones y rutinas. Lo cotidiano es una máquina que repite un funcionamiento y produce ciertos resultados, lo que llamamos en teatro “mundos” -no confundamos “cotidiano” con “monotonía”. Los mundos más adrenalínicos también son cotidianos, una neuróloga le decía a su paciente, “para usted mañana es un día muy importante ya que le practicamos cirugía cerebral; para mí mañana es lunes”. Lo señalo porque existe esta confusión a la hora de catalogar las acciones como “ordinarias” o “extraordinarias”. No existe tal cosa, más bien la situación es la que determinará esta categoría. Una colega dramaturga postea en su muro: “Un equilibrista cruza un cable. Si llega al otro lado es circo; si se cae, es teatro”. Los cotidianos (mundos) tienen dinámicas y lógicas propias que serán territorio para sembrar (propiciar) el desarrollo de “los temas” otorgándoles particularidad. No es lo mismo reflexionar, por ejemplo, sobre la avaricia en un banco, que en la luna.
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Hola, Flavia
Gracias por compartir Crear Mundos.
Me ha interesado mucho tu descripción: vida cotidiana; cotidiano; ordinario; extraordinario; circo; teatro. Todo ello, incentiva porque me motiva a opinar.
Un saludo,
Leonardo 🤓